21 días sin Instagram
Hace un par de semanas se me cerró mi cuenta personal de Instagram en mi celular.
No la pude volver a abrir porque tengo muchas otras cuentas abiertas (de trabajo) y por no querer cerrar la sesión de todas, la dejé así. Solo puedo entrar a mi Instagram personal desde la computadora. Pensé que iba a ser muy difícil, pero creo que me ha hecho más bien que mal.
Aquí van algunas de las cosas que me han pasado y que he aprendido de no tener IG:
Empecé a vivir más el momento, sin pensar en que tengo que subirlo o compartirlo. Tomo fotos solo por el placer de tomarlas. Hago videos solo por el placer de hacerlos. No para ver si tiene muchos views o muchos likes. Me di cuenta que estaba haciendo muchas cosas solo por subirlas, y no porque realmente quería hacerlas.
Dejé de estar pendiente de lo que hacen los demás. Creo que pasaba una cantidad enfermiza de horas viendo stories de qué estaban haciendo otras personas, lo cual me generaba un poco (bastante) de ansiedad. Me hizo pensar bastante en la vida como era antes. No estabas metido todo el día pendiente de qué hacían otros, sino enfocado en vivir tu día a día.
Empecé a usar las redes sociales más como herramienta de inspiración y menos para distraerme. Al solo usar mi cuenta de fotografía en “modo ocio”, hice una limpieza de las personas que seguía que no me aportaban nada, y dejé solo las cuentas que me inspiran o que me enseñan algo.
Tuve días y ratos de trabajo más productivos. Me di cuenta que me estaba costando mucho concentrarme porque entraba cada 5 minutos a Instagram cuando me llegaba una notificación. Sin esa distracción en el camino, puedo concentrarme en hacer UNA cosa a la vez, y hacerla bien, y me toma menos tiempo que antes.
Pasé del FOMO al JOMO. (Del Fear Of Missing Out - Joy of Missing Out). Ver los viajes, highlights y los momentos felices de otras personas me estaba generando mucho FOMO y muchos pensamientos tipo “mientras yo trabajo, otros disfrutan la vida”. Esto me genera una ansiedad de estar perdiendo el tiempo. Cuando la realidad es que no es así. Cada cosa tiene su tiempo y su etapa. Incluso estoy empezando a sentir JOY of missing out. Porque estoy disfrutando más mis procesos sin comparar mi vida con la de otras personas.
Ahora, después de 21 días, puedo disfrutar de una relación más sana con mi Instagram. Lo tengo abierto en mi iPad y entro cuando es necesario. Cuando me siento inspirada para publicar. Sin sentir que pierdo tiempo. Y esperando que algo valga realmente la pena compartir. Te animo a que si estás sintiendo ansiedad por las redes sociales, te des un break y descanses. Las redes van a seguir ahí. Incluso si es parte de tu trabajo. Te aseguro que vas a volver recargado y con una relación más significativa con lo que publicas al mundo.